domingo, 26 de agosto de 2012

De lo que nace y muere.


A la gruta cretense que sirvió de sala de parto a Rea no pueden entrar ni mortales ni dioses. Las abejas que allí habitan custodian, celosas, un secreto. Se dice que, apenas nacer, Zeus fue asesinado por aquellos que estaban allí para protegerlo —de ellos sólo sabemos que hay quienes los llaman «los primeros iniciados». Miel y abejas sagradas, sin embargo, no han presenciado tanto el crimen como su escena; lo que toma lugar en la cima de una montaña en Creta (el nacimiento y la muerte de Zeus, su aparecer y su desaparecer) es una ceremonia de iniciación – –.

“Los primeros elaboradores del sacrificio eran unos teólogos demasiado sutiles para afirmar
que la culpa se manifestaba con la muerte de un ser viviente (…) La culpa primordial
es el gesto de hacer desaparecer lo existente: el gesto de quien come”.
Roberto Calasso, Las bodas de Cadmo y Harmonía

Zeus nace —los iniciados (sólo a ellos pertenece el inicio) lo hacen aparecer al notarlo: Zeus es el primer reflejo que produce un saber —Zeus es una «reflexión». Dáctilos y Curetes, Ménades y Basárides se descubren, en fragante delito, como “heridas de lo continuo”: el reflejo de Zeus los devuelve culpables.

(Hay que acallar al agudísimo excedente que no cabe en el reflejo,
honrar el corte inflingido en lo que ha sido herido.
Hay que matar a Zeus;
hay que matar a la reflexión que devuelve reflejos de «apariencia».
Hay que asesinarse).

Zeus sabe lo que otros no porque estuvo allí. Zeus sabe lo que los iniciados y las Ninfas saben —Zeus sabe del saber líquido de la «metamorfosis». Pero Zeus jamás fue agudo, Zeus existe sólo bajo la gravedad de lo que su «aparecer» oculta: en congénita desmesura, Zeus también se rehúsa a desaparecer, Zeus también quiere estatuas.

(Hay que acallar a esa multitud de Tíades, Telquines, Curetes y Bacantes;
hay que contener a Eros, último bastión de lo primordial;
hay que encontrar un chivo expiatorio que sacrificar,
una víctima para el linchamiento originario que la fundación
del nuevo orden estatuario precisa).

Buenos Aires
invierno de 2009

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